
CON(jugando) CON EL AMOR
Se apodera de mí la visión caleidoscópica
de cada uno de los momentos que escribimos;
infinidad de colores, de tonos… incluso grises.
Un collage de sentimientos expuestos
y en continuo desorden.
Somos una mezcla de adverbios perfectos
que perfectamente escribimos
y difícilmente decimos.
La imagen de ambos
soñando en pretérito pluscuamperfecto
y dañándonos en condicional perfecto.
Verbo amar en pasado y sin presente,
e incapaces de conjugarlo en futuro.
Letras que se buscan,
con el miedo, siempre,
a terminar encontrándose.
El miedo a no saber unirse
en las páginas de un libro lleno de palabras inventadas
para describir un “nosotros” que solo nosotros entendemos.
Tachamos el pasado por temor a un presente que,
tarde o temprano,
llorará por nuestro futuro ya en pasado,
escrito en líneas cóncavas
y leído de manera convexa.
Y que aunque encantador de letras,
sigo soñando con perderme en los números de tu cuerpo,
la física que nos atrae
y la química del deseo.
Sumar grados de temperatura a mis ojos
al multiplicar las caricias por tu espalda desnuda.
Sabedor de que cero son abrazos
y los números negativos no son ausencia de ti,
sino estar dentro de ti,
permitiendo que toda esa química
se mezcle en un TODO interminable.
Somos huracanes en distancia
que nos hemos acostumbrado a temer las tormentas
en vez de aprovecharlas para limpiar
los verbos en imperativo.
Tempestades que se calman
al convertir en nada los centímetros que nos separan
y en poesía cada orgasmo de nuestros cuerpos entregados.
…Se hace camino al andar,
dijo el poeta;
pues nunca se hizo camino esperando
por algo que esperando veremos acabar.
Por jugar a esperar conjugar
el futuro
del verbo amar.
Comparte esto:

SIEMPRE

CINCUENTA PALABRAS
También te puede interesar

CINCUENTA PALABRAS
26 noviembre, 2018
2018 vs 2019
1 enero, 2019