A menudo nos pasamos todo el año deseando que llegue la Navidad para poder reunirnos con nuestros familiares, ver a los amigos y felicitar las fiestas a cuanto allegado se nos ocurra. Todo ello sin darnos cuenta de que tenemos todo el año para hacerlo, sin necesidad de esperar a unos días concretos para ello.
Sé que todo esto puede resultar muy típico: “Venga, ya está el típico tío que viene ahora a decirnos lo que hacer”. Y sí, tenéis razón, nos soy nadie para deciros nada al respecto cuando ni yo lo cumplo, pero no viene de más recordarlo para que nos se nos olvide, incluido a mí, que no hay que desaprovechar ningún momento de ningún día para hacer lo que de verdad importa.
Me levanto un veinticinco de diciembre con estos pensamientos, unos que me llevan a darme cuenta de esto mismo que os cuento. Me preparo el desayuno, abro el teléfono y comienzo a felicitar a cuantos no me dio tiempo de la noche anterior. Y es ahí en ese mismo momento, en el que caigo en la cuenta que a mucha de toda esa gente que saludo no la he visto en todo el año, y a muchos de ellos he tenido la oportunidad.
Termino a toda prisa para retirarme a mi despacho y comenzar a inventar mundos, a darles forma para evadirme de una realidad que nosotros mismos creamos.
¿No os parece?
Pero bueno, es Navidad y tampoco hace falta darse tan duro. Ya bastante tenemos con los difíciles tiempos que nos han tocado vivir a todos. Lo mejor creo que es seguir viviendo y, quizá, recordar que cuando pasen estas fiestas seguiremos teniendo familiares a los que visitar con más frecuencia, amigos con los que reír cualquier día de la semana y esa persona especial por la que bien vale la pena perder un poco el tiempo.
Por cierto, estas son esas otras realidades que he creado y de las que os hablaba. Por si acaso os apetece evadiros un instante de la realidad.
Leer también es otra buena manera de perder el tiempo.
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Genial reflexión 👏 👏 👏 Felices Fiestas 🎄 😘😘
Gracias por pasarte y responder. !Feliz Navidad!