Los libros que nos quedan por vivir

Los libros que nos quedan por vivir

Como todo buen lector que se precie tengo una pila de lecturas pendiente que roza el infinito y más allá. Cada nuevo día que pasa los ordeno de diferentes maneras, les cambio la prioridad según mi estado de ánimo o qué sé yo. Hay clásicos, novedades, autopublicados, por afinidad… La cuestión es que creo que he llegado a un punto en el que no me da la vida para todos, ni esta ni diez vidas más, y cada día que pasa se pone peor la cosa. Ellos son los libros que nos quedan por vivir.

¿Por vivir?

Eso es. ¿Acaso los libros no se viven? Si tú no los vives es que, o esta no es tu pasión, o no estás leyendo con toda la pasión.

Los libros nos transforman, nos trasladan a cualquier mundo imaginado, real o irreal, nos convierte en héroes, en villanos, en seres especiales o de otro planeta; nos hacen vivir aventuras, buscar tesoros, descubrir a un asesino o, incluso, nos sumerge en versos que hablan del amor, el desamor, el odio, la amistad, o lo que inspiró en ese momento al poeta. Leer nos da vida, la nuestra y otras mil vidas más.

Pero ¿tú ibas a hablar de los efectos de leer o de tus libros pendientes?

¡Que sí, que ya va! Relájate.

Una de las herramientas necesarias para ser escritor son los libros.

–¿No es eso lo lógico?

Bueno, en mi caso sí, mi objetivo es ser novelista, pero para mí, escritor es la persona que escribe, lo demás es una cuestión diferente.

El caso es que para ser escritor también hay que ser un gran lector. Por eso, leer libros es una de nuestras herramientas de trabajo. Con ellas aprendemos de otros, nos inspiramos y, claro está, nos relajamos después de una sesión de trabajo dándole fuerte a las teclas.

Por eso mismo, además de los que nos atraen por mero placer, amontonamos una gran cantidad de libros de ayuda, técnicas narrativas, marketing digital, diseño, etc. Los autores autopublicados no tenemos una editorial detrás que nos ayude en todos los procesos de edición y venta de nuestros libros, por lo que, en la mayoría de los casos, debemos hacerlo nosotros mismos.

Algunos de los libros que leemos nos servirán para intentar mejorar alguna técnica, la trama o los diálogos, mientras que en las novelas de autores consagrados (o no tanto) nos fijaremos en cómo ha hecho algún giro interesante, ha creado un personaje o ha tejido esa trama que tanto y tanto nos ha gustado.

Una vez que hacemos de la escritura nuestra profesión, nuestra vida entera pasa a ser eso, nuestra profesión de escritor. Cualquier cosa nos sirve de inspiración: una escena en la calle, en el metro, en el trabajo o en la cafetería mientras degustamos el café de la mañana, y los libros no iban a ser menos. En muchas ocasiones, van a ser ellos los que pongan muchos puntos en nuestros libros. O los quiten.

Si no tienes tiempo para leer, no tendrás herramientas para escribir.

Stephen King.

Pues sí, ya lo dice el maestro, si no tenemos tiempo para leer, siempre nos faltarán las herramientas necesarias a la hora de escribir. Por que esa es otra, para ser escritor debemos escribir mucho, pero esa es otra historia, hoy he venido a hablar sobre los libros que nos quedan por vivir. Por cierto, del maestro he aprendido algunas cosas sobre la muerte, de la que hablé algo aquí.

Y ¿nos puedes decir algunos?

Pues claro, ¿no hemos venido a eso?

Estos son algunos de los libros que nos quedan por vivir. Los he elegido por diferentes razones: por placer, por afinidad con el autor, por el género o solo porque me llamó la atención por algo en algún momento. Os dejo los diez que tengo ahora en la mira:

  1. Frankenstein de Mary Shelley (lo sé, es imperdonable no haberlo leído aún).
  2. Drácula de Bram Stoker (otro imperdonable).
  3. Cómo llegar al top 100 de Amazon de Roberto Martínez Guzmán (en el momento de publicarse la entrada ya lo habré leído).
  4. La suerte de los idiotas de Roberto Martínez Guzmán (Una de mis lecturas actuales).
  5. El italiano de Arturo Pérez-Reverte.
  6. Misery de Stephen King (relectura 123727472838287282. Por algo es mi novela favorita del autor).
  7. La última paloma de Men Marías (con muchas ganas de leerlo).
  8. Los días que nos quedan de Lorena Franco.
  9. Primera persona del singular de Haruki Murakami (uno de mis autores predilectos).
  10. La profecía del desierto de Ana Ballabriga y David Zaplana.

Estos son los diez libros que ahora tengo durante más tiempo en mente y me lea en breve. ¿Has leído alguno?

Y si te apetece y por un casual estoy en tu lista de pendientes, te dejo el enlace a mis dos novelas (hasta la fecha) publicadas en Amazon.

En horas muertas
senTID
¡Hasta la próxima!

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